Palabras, palabras...

Palabras, palabras...
Dibujo; César González Páez.

lunes, 20 de agosto de 2012

Guía de incertidumbres



Yo cantaré la canción de las pequeñas preguntas que pondrán en movimiento los resortes secretos de lo que no dices. La repuesta estará en tus ojos, los deseos desatarán su furia y archivados como estaban, desenfrenados buscarán su oasis de abrazos.

Yo cantaré la canción de las pequeñas preguntas: ¿Quién alimenta tu sombra de recuerdos, aquellos que nunca tocaron tierra firme y te interrogan el alma diariamente? ¿De qué tallo crece tu esperanza cuando la riega la indiferencia y parece ser la brújula fría que nos lleva por atajos equivocados.

Qué puedo decir a la hora de balances: eras sencillamente todo, se medía el tiempo con la vara torpe de mi impaciencia de volver a verte.

Yo cantaré la canción de las pequeñas preguntas: ¿Te pertenecías cuando estabas sola, en el límite que tejía el silencio prepotente? ¿Es volátil dejar de amar? ¿Sabe la nada que está sin argumentos? ¿Sabe el futuro que es un epitafio de lo que vendrá?

Honra los días venideros para que se diga: "murió de amor y todavía se siente esa tormenta".



Yo cantaré la canción de las pequeñas preguntas: ¿Quién cotizará tu vida por el descomunal empeño de tu corazón por vivir enamorado? Como siempre: se hablará de balances materiales (Tanto tienes, tanto vales). Tú tal vez, hincada de rodillas a lo que llamas "tu" fracaso, terminarás por preguntarte: ¿Era ésto lo que esperabas de tu vida? ...Y así preguntando te volverás ceniza ebria por no haber tenido respetables equivocaciones. ¿Por qué será que el corazón aprende amando? : A pequeñas preguntas, silencios infinitos.



C.G.P.

viernes, 17 de agosto de 2012

La Fama


Si la fama es puro cuento
¿tu capítulo ha terminado?
porque cuando se apaga el aplauso
quedan los ruidos de rotas lisonjas
el despertar de tantos cumplidos.

Tu sólo eras la canción exitosa
tuviste más que quince minutos
de alegre celebridad.
¿Y ahora?
tu póster crucificado
con cuatro clavos de olvido..

Otros vendrán por tu lugar
en el muro de la moda.
Si la fama es puro cuento
esa historia ha terminado.




C.G.P.





jueves, 16 de agosto de 2012

Las paredes hablan...


En tiempos que las calles se visten de carteles político invitando al voto, es bueno encontrar algunas excepciones. El ingenio embanderando posturas de toda índole, esos dan gusto a la hora de la 'lectura mural'. 
Me gustan los mensajes que dejan en los muros los que escriben poesía, que dejan pensamientos verdaderos, sentencias imborrables, de incondicional amor hacia alguien o hasta se animan con esa frase cargada de ironía y de humor urbano.


Las calles hablan cuando ellos, generalmente los jóvenes idealistas, escriben esos mensajes de aerosol apresurado, de ideales postergados, de deseos buenos que muchos comparten en palabras escritas en los muros. Las paredes que verdaderamente hablan son aquellas escritas por los que no tienen otro medio como expresarse.

C.G.P





lunes, 6 de agosto de 2012

EL Discurso

(Esta es una adaptación de un monólogo
teatral de hace cincuenta o más años atras)



Entiendan, soy un hombre tan popular como ocupado, siempre me piden que diga las palabras en los actos públicos porque saben que tengo facilidad de palabra. Quiero contarles lo que hice una vez en que debía pronunciar tres discursos en un solo día. El primero fue a la mañana, en los funerales de un gran correligionario; luego a la tarde tenía que encender la lucha partidaria y a la noche, en mi calidad de padrino de casamiento, debía pronunciar las palabras de ocasión. En esos tres actos leí la misma alocución y nadie se dio cuenta, con que queda demostrado que nadie atiende a los discursos, aunque fueron breves.



Esa mañana en la gravedad del momento, dije:



Esto está reservado a los grandes hombres, saber retirarse a tiempo de la vida licenciosa. Te vas a ocupar otros espacios, mucho mejores que éste, donde saldrás enriquecido espiritualmente. Tu puedes hacerlo, partir a tiempo con ese ángel que te acompaña; con ello demuestras que toda tu vida es un ejemplo a seguir. No creas que estás solo, querido amigo. Te preguntamos: ¿Puedes hacerlo solo? ¿Puedes ocuparte de este crucial momento en que se te exije todo? Pide que te acompañemos a ese cuarto oscuro y nosotros con gusto iríamos contigo. Será como darte nuestro voto de confianza en esta dura prueba. Nos sentiríamos en el cielo si pudiésemos, no solo acompañarte, sino hasta reemplazarte en esta jornada tan especial.



.- A la tarde volví a decir lo mismo en un acto político en apoyo a un candidato que se postulaba a presidente con éstas encendidas palabras. Vuelvan a leer el texto bajo estas circunstancias.


.- A la noche como padrino de casamiento dije exactamente lo mismo pero le puse un aire de picardía. Y así anda el mundo. Al final todo es lo mismo y hacia allá vamos todos. Vuelvan a leer el discurso a ver cómo sonaría en un momento como ese.



Sólo se trata de imaginar


Imagine mundos mejores, aptos para la verdadera vida humana que supongo no es éste de hoy santificado por el consumo. En que la palabra medioambiente se ha convertido ‘miedoambiente’ y lo peor aún en medio ambiente, o sea que falta la otra mitad.

Pero hoy hablamos de la imaginación, ensaye el incomparable arte de conformarse con poco, pues si hacemos un pequeño inventario de nuestras necesidades, nos encontraremos que llevamos encima un buen numero de cosas superfluas. Pueden ser objetos, pero también pueden ser conceptos ya desvencijados o que simplemente, estorban el oxígeno mental.

Deje de lado ese mundillo propenso al distracción y al ejercicio de la fama al servicio del olvido. La televisión hizo mucho por la humanidad, por ejemplo no existir en la antigüedad, lo que ha permitido que personas inventen, conquisten, piensen, construyan y sueñen sin el estorbo de la eterna polémica y el vano espectáculo de hurgar en la vida de los demás. Otro beneficio invalorable de la televisión, pero en la actualidad, es cuando no está encendida. O uno toma la decisión de tomar el timón de su vida sin ese artefacto.

Pues de ese modo nos liberamos de esa fácil distracción que al final nos influye en la vida, convirtiéndonos en números propensos a las estadísticas, gracias a lo cual sacan las conclusiones que se les da la gana.

Mejor. imagine mundos posibles y comience a habitar en ellos, ya lo dice el dicho, si hemos diseñado castillos de una vida encantada, no hemos perdido el tiempo. Pues podemos comenzar a poner los ladrillos de los hechos, en simples palabras, los cimientos.

En el hacer y llevar al plano real lo que uno ha imaginado podría ser uno de los arranques de la felicidad. Sea un precursor hasta de lo absurdo, como el caso que registra la historia y al que nadie le pone un gramo de interés. Cuenta que el filósofo, matemático y físico francés Blaise Pascal, imaginó en 1651 que era posible crear un transporte que recoja a personas y las lleve por un recorrido a cambio de una tarifa individual. A este invento, que podría haber sido un carruaje colectivo, le llamó ‘ómnibus’. Sí, amigos y amigas, esa idea futurista, hoy convertida en uno de nuestros sufrimientos diarios, pergeñó lo que sería el transporte común (hoy chatarra).

Hubo alguien que imaginó que se podía visitar la luna y la humanidad lo ha logrado dejando su huella en el suelo selenita, aunque para muchos son los que creen todavía que es un bluff publicitario. Otros tuvieron ideas que no prosperaron pero ayudaron a poner leña en la creación literaria. Por tal motivo imagine, una televisión inteligente, un transporte colectivo mejor, una vida digna para cada paraguayo, un día lleno de esperanza, como el de hoy, aunque sea fryday. Y quien le dice, a lo mejor, qué se yo, se me ocurre… sea posible un mundo feliz. Es cierto lo que dicen muchos, que la belleza es una carta de recomendación, sólo que cuando la lees y viene con errores ortográficos ya nada es lo que parece. Si la vida tiene algo de buena es que es tuya…


C.G.P.




La vida es un ensayo…


Hace tiempo leí un concepto sobre la vida que me parece digno reproducirlo, dice que una guitarra, suena hasta la última cuerda, y cuando ésta se rompe, recién entonces, se convierte en un pedazo de madera. Mientras la última cuerda no se arranque, sigue teniendo la dignidad de ser un instrumento musical. Y, como corresponde, haciendo una comparación con nuestra existencia, debe sonar como tal, debe tener la solvencia de saberse desplazar por la partitura de los días que nos tocan vivir y la canción que nos inspira a cantar.

Y cada jornada nos pone a prueba, a cada momento debemos pulsar las cuerdas para sentir que podemos superar los conflictos, los problemas que se nos presentan. Ya lo decía el genial humorista Charles Chaplin, que la vida es un ensayo, y yo agrego que cuando tenemos todo el libreto aprendido para andar por el mundo sin equivocaciones, es demasiado tarde. Por tal motivo, se debe abordar los días de estar vivos disfrutando el hecho de aprender.

Creo que el hecho de encontrar cosas nuevas, que le tienen rabia a la rutina, a las ideas encapsuladas y al acecho del aburrimiento o del tedio, nos salvan de la prueba diaria de vivir. Hay que sorprenderse de las cosas buenas que abundan, que el odio y la maldad están en la lista de escollos en el camino es algo que hay que saber, es inevitable. En el texto antiguo de la Odisea de Homero, vemos a un hombre sometido a numerosas pruebas en las cuales no sólo se ve comprometida su valentía o su fuerza, sino también su ingenio para superar cada conflicto, que planteado de un modo estratégico parece difícil de cumplir. Porque los problemas que se visten de susto, hacen que parezca más difícil resolverlos, pero todo tiene una solución y donde no se la encuentre, siempre nos deja el resquicio de la esperanza.

Pues como dije, no todo está dicho, porque se trata de un ensayo y todavía tenemos las cuerdas que nos hacen sonar la música de nuestro entendimiento y sentimiento.

¿Suena mal? ¿Parece que suena mal? A veces parece que no rimamos o entonamos con las cosas que nos pasan. Siga igual y cante igual la emoción de honrar la vida. Hasta la última cuerda sienta el milagro de sentirse vivo y útil. De lo contrario ¡Sonamos! pero es seguro que usted ya se imagina en qué sentido lo digo. Buena suerte y buena vida, del color que sea… pero suya.