Tratado de ilusión
Todos los sueños
no bien amanecen
se transforman en póstumos.
Cenizas que el deseo deja
Pero que sirven de buen abono
para otras esperanzas que nacen,
pues son de fácil descendencia
y, a veces, nos obligan a creer
Que se cumplirán algún día
Uno dice, 'tengo un deseo',
en verdad es él que nos tiene
como marionetas esperanzadas.
En que los hilos nobles del destino
nos hace mover en pos del acierto.
Y así andamos por el mundo,
esperanzados de poder lograr
cristalizar en la realidad
los dictados del deseo
De ahí en adelante rezamos:
que no nos coseche rabia el error,
de no cesar en el intento
que algo nos salga bien y redondo
Pero sabemos de qué se trata,
esta tentativa de sueños vanos
que pronto reclaman sus epitafios
para dejar imantado de fantasía
el simple hecho que sólo
lo que tenga que suceder...sucederá.
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