Palabras, palabras...

Palabras, palabras...
Dibujo; César González Páez.

sábado, 1 de junio de 2013

UN BALANCE

Me sobra amor


Por César González Páez
aporcesar@gmail.com
Haciendo un balance y sin ser un contador matemático especializado descubro que tengo un excedente optimista de afectos Los analistas financieros dirán que tengo saldo a mi favor, que todavía puedo elevar mi cuota de créditos, términos contables que sólo quieren poner un precio a mi alma. Puedo gastar la cantidad de amor que quiera, pues tengo saldo a favor.

Y al pensar en todo lo que he gastado en cariño más se ha incrementado mi patrimonio sentimental y desbordan las cuentas de certezas afectivas.

Pero viene un analista también y me dice que demasiada cuenta de amor en el banco de mis afectos, es un lavado de amor, ahorro innecesario de caricias, besos desperdiciados que me van acumulando intereses y que, si sigo en esta tendencia, terminaré siendo tapa de Forbes, cuando el amor se cotice en la bolsa de comercio.

¿Qué hago con tanto amor? Me pregunto cómo se preguntan los empresarios cuando sostienen su política que hay que invertir más, porque mis besos están ociosos, mi amor se apila como un avaro que junta lo que tiene para disfrutar con lo que posee y no comparte.

Pongo un aviso en mi corazón, digo que soy un potentado que va en coche de lujo de sueños, que puedo desperdiciar en una noche miles de besos porque me sobran. La gente me mirará envidiosa porque dirán, pobre tipo qué rico que es y derrocha su amor.

Me esmero en gastar y la cuenta a mi favor va subiendo, hasta podría decir que quiero hasta un plumero porque el viento hace mover sus plumas.

Es que soy un infeliz rico en amor, en mi mansión sólo se acercan a beber la abreviatura de un deseo y después se van. Yo quiero darles todo porque los dioses me han dado la virtud de amar y quiero, me sale te quiero, por todos los poros del alma.

Qué ridículo millonario en besos dirán algunos, otros pensarán: éste seguro que termina mal porque la riqueza de afectos conduce a la bancarrota.

Quisiera ser un pobre sentimental como era antes, que en el rostro de una mujer cifraba mis sueños, y vigilia de ilusiones mientras no veía la gran catarata de talento que desperdiciaba mi corazón. Algunos dirán no sea egoísta díganos la fórmula para ser un millonario en amor y yo les contesto, curiosamente el amor no se ahorra, cuando uno más lo gasta más tiene, al contrario que el dinero que es tirano en desaparecer de nuestro bolsillos. El amor se invierte en más amor y es por eso que hoy vengo a tu puerta, porque he firmado un cheque sin fondo que tiene tu nombre. Para que te lleves todo el amor que tengo y lo gastes como quieras, porque yo me gasto con el, y sin embargo sin saberlo me hace más potentado. Inmensamente rico con sentimientos que no caben en las bóvedas de los bancos oficiales. No insistan, soy un buen inversor, tengo la vida a plazo fijo y el amor a cuenta abierta. Tengo ilusiones que son billetes que llevan tu rostro, dinero amor en efectivo, monedas de un centavo de ilusión que me han dado miles de versos y estas palabras que te escribo y que apenas gasto. Lo que más rabia me da es que se diga que soy un avaro cuando en realidad cuanto más doy más tengo. No importa que se poco o mucho pero es todo lo que soy capaz de dar.



No hay comentarios: