Palabras, palabras...

Palabras, palabras...
Dibujo; César González Páez.

martes, 14 de enero de 2014

Un poco de humor

Con presentadores así...



A pedido de su amigo, el célebre escritor Córneta Martínez, se avino a presentarle la novedad editorial ante un selecto público. Esto fue lo que dijo:

                                                             
Señoras, señores: Leonard Tell que poco antes de morir dijo "sospecho que voy a tener más paz de la que necesito", estaba firmemente convencido que  el oficio de escritor es un sacerdocio sin sotana, que por otra parte ni los mismos curas usan. La procesión de la creación va por dentro y los resultados pueden ser inesperados, como por ejemplo que un colectivo lo deje cerca de su casa. Esta obra que me toca prologar carece de todo estímulo para el lector, no se advierte alguna señal de esperanza que pueda mejorar a futuro
Es sencillamente una basura impresentable, hay que tener coraje para adentrarse en un alud de nada, carece de puntuaciones. Y si ahora hablo de este libro es porque mi amigo, al que le debo muchos favores y le advertí que tratándose de presentación de libros  soy imparcial. Y le advertí a mi amigo de años que él estaba bendecido por mi amistad pero no por la lectura.
Le aconsejé que lea más, que se fije dónde pone los puntos y las comas, pero la ambición de ver su primer libro salir de la imprenta y en circulación, no resistió la idea de hacer este lanzamiento. El título ya me da arcadas “Pandemoniun de cerezas”, un poemario de triste factura que se deja leer de un tirón y que no marcará ‘un antes y un después’ en las letras ¿Se entiende?
Amigo querido, vos te lo buscaste, pero si hay algo bueno que decir de tu libro o de este lanzamiento, es que el novel escritor ha hecho preparar unos deliciosos bocadillos y el vino que eligió no tiene reproche alguno. ¡Suerte para otra vez, amigo!  Ah, y no dejen de comprar el libro que comento hoy, pues se va a tardar mucho en encontrar otro esperpento y necesitarán un ejemplo para saber qué es meter la pata en el hormiguero lírico.
No te pongas mal por mi disertación, amigo, después de todo recuerda la frase esa que dice que hay mucho que aprender de los errores. Y ahora vayamos por una copa ¿Si?


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