Palabras, palabras...

Palabras, palabras...
Dibujo; César González Páez.

lunes, 6 de agosto de 2012

La vida es un ensayo…


Hace tiempo leí un concepto sobre la vida que me parece digno reproducirlo, dice que una guitarra, suena hasta la última cuerda, y cuando ésta se rompe, recién entonces, se convierte en un pedazo de madera. Mientras la última cuerda no se arranque, sigue teniendo la dignidad de ser un instrumento musical. Y, como corresponde, haciendo una comparación con nuestra existencia, debe sonar como tal, debe tener la solvencia de saberse desplazar por la partitura de los días que nos tocan vivir y la canción que nos inspira a cantar.

Y cada jornada nos pone a prueba, a cada momento debemos pulsar las cuerdas para sentir que podemos superar los conflictos, los problemas que se nos presentan. Ya lo decía el genial humorista Charles Chaplin, que la vida es un ensayo, y yo agrego que cuando tenemos todo el libreto aprendido para andar por el mundo sin equivocaciones, es demasiado tarde. Por tal motivo, se debe abordar los días de estar vivos disfrutando el hecho de aprender.

Creo que el hecho de encontrar cosas nuevas, que le tienen rabia a la rutina, a las ideas encapsuladas y al acecho del aburrimiento o del tedio, nos salvan de la prueba diaria de vivir. Hay que sorprenderse de las cosas buenas que abundan, que el odio y la maldad están en la lista de escollos en el camino es algo que hay que saber, es inevitable. En el texto antiguo de la Odisea de Homero, vemos a un hombre sometido a numerosas pruebas en las cuales no sólo se ve comprometida su valentía o su fuerza, sino también su ingenio para superar cada conflicto, que planteado de un modo estratégico parece difícil de cumplir. Porque los problemas que se visten de susto, hacen que parezca más difícil resolverlos, pero todo tiene una solución y donde no se la encuentre, siempre nos deja el resquicio de la esperanza.

Pues como dije, no todo está dicho, porque se trata de un ensayo y todavía tenemos las cuerdas que nos hacen sonar la música de nuestro entendimiento y sentimiento.

¿Suena mal? ¿Parece que suena mal? A veces parece que no rimamos o entonamos con las cosas que nos pasan. Siga igual y cante igual la emoción de honrar la vida. Hasta la última cuerda sienta el milagro de sentirse vivo y útil. De lo contrario ¡Sonamos! pero es seguro que usted ya se imagina en qué sentido lo digo. Buena suerte y buena vida, del color que sea… pero suya.



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