Palabras, palabras...

Palabras, palabras...
Dibujo; César González Páez.

jueves, 21 de abril de 2011

Tres poemas...

EXPOFLOR



Hubo un día que las flores protestaron

por tanta indiferencia comprobada

y brotaron rompiendo el pavimento,

cortando el tránsito, cambiando el curso

del agua en alcantarillas y canales.



Algunos ciudadanos se alarmaron

y decretaron ilegal la alegría de las plantas,

las llamaron a silencio, a brotar con discreción

y respetar la reglas de una buena ecología.



Así cortaron de base las rosas insurrectas,

secaron la fija mirada de la margarita,

doblegaron la altivez de los claveles

y negaron lo sensual de la orquídeas.



Pero las semillas apostaron a la vida,

no pasaron por alto el color de las razones

pues no hay nada que supere el blanco de los lirios

o un norte mas preciso que el rubor de los corales.



No se puede exterminar selvas de aroma,

ni cortar a filo de navaja una línea de luz.

Siempre se vuelve al lugar iluminado

con brotes a favor del continuar, del decidir.



En el poblado escenario de los hechos

la naturaleza acecha con retoños,

quiere envolver la tierra de raíces

para dar, por fin, su flor inquebrantable.









MENU



¿Con qué se alimentan los ángeles,

allá arriba, mientras hacen milagros?

¿Multiplican los peces o el hambre?

¿Saben apreciar el dulce de nube

o se conforman con el pan de la piedad

hecho con harina de la Vía Láctea?



¿Palpan debajo del aire

por si ha puesto un huevo?

¿O esperan que la lluvia fermente

para atrapar rayos en su propia tinta?

¿Será cierto que tienen corrales

donde, con paciencia, ceban a las nubes?

¿Será verdad que el incienso los seduce

y buscan el zumo de alegría dominical

que tienen las vibraciones de las campanas?



¿Qué condimento les cautiva? ¿La luz?

Tal vez atrapen pájaros incautos

o se devoren entre ellos

con la excusa de la confusión.

¿Sabrán degustar un plato

bien balanceado de estrellas

con mucho y picante polvo de planetas?



¿Con qué festejarán cada siglo o minuto,

con añejo vino del pasado o del porvenir?

Y cuando se dan el lujo, de sobremesa,

¿comparten ese bocado exquisito llamado olvido?



Dudoso menú el de los inmortales.







SUEÑO



Tuve un sueño muy curioso;

soñé que soñar sabía,

que la realidad me obedecía,

yo era como lo esperabas

y a ti nada te sobraba ni faltaba.



Qué fácil es soñar que se sueña,

que todo es como uno quiere,

que tu mano sostiene mi deseo,

¡ que un leve parpadeo cambia mundos !



De ese sueño ahora desconfío,

como el fuego se cuida del agua.

Esta ilusión se clausuró

con doble cerradura

y no sé de que lado está la llave.



Soñé que soñar sabía que poder podía,

que fantasear no me estaba prohibido.

que sueño más raro, se ahogó en su bruma

pero tuvo en sus bordes un aire de cierto.



Sin embargo siento todavía

que, si alguna vez he soñado que soñaba,

allí eras de verdad, no una mentira.

¿Habré sabido, en serio, soñar?

¿En que extremo ilusorio dejé la vigilia?

Porque voy por un claro de sueño

y tarda una vida el despertar.




Del libro Luna de Menta

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